Hacer ejercicio de manera regular ofrece grandes ventajas y beneficios a nuestra salud. A continuación enumeramos algunas. ¿Cuáles son los beneficios de hacer actividad física?
Más años de vida:
• El ejercicio, incluso después de los 50 años, puede añadir años de salud y actividad a la vida de la persona. Las personas moderadamente sanas, aunque fumen o tengan hipertensión arterial, tienen menores tasas de mortalidad que las personas menos sanas.
• Los estudios continúan evidenciando que nunca es demasiado tarde para empezar a practicar ejercicio, y que incluso pequeñas mejorías en la forma física pueden disminuir de forma significativa el riesgo de muerte. Simplemente caminar con regularidad puede prolongar la vida en los ancianos.
Efectos sobre los huesos y las articulaciones:
• Osteoartritis (artrosis y artritis): el ejercicio ayuda a reducir el dolor y la rigidez, y aumenta la flexibilidad, la fuerza muscular, el entrenamiento, y hace que las personas se encuentren mejor. Asimismo, el ejercicio ayuda a las personas a perder peso y a mantenerse en el peso ideal. Los pacientes con artrosis deberían evitar los deportes de alto impacto como el jogging, el tenis, o el squash. Los tres tipos de ejercicio ideales para las personas con artritis son los que procuran un buen rango de movilidad, un buen fortalecimiento (resistencia) y los ejercicios aeróbicos.
• Osteoporosis: el ejercicio es muy importante para frenar la progresión de la osteoporosis. Las mujeres deberían empezar a practicar ejercicio antes de la adolescencia, ya que la masa ósea aumenta durante la pubertad y alcanza su pico máximo entre los 20 y los 30 años. El ejercicio con pesas, que aplica tensión al músculo y al hueso, estimula al cuerpo para compensar el estrés añadido, y consigue aumentar así la densidad ósea hasta un 2-8% al año.
Nos da buena salud cardiovascular:
• La inactividad es uno de los cuatro factores de riesgo principales de cardiopatía, junto con el tabaco, el colesterol y la hipertensión. Como todos los músculos, el corazón se hace más fuerte y aumenta de tamaño como resultado del ejercicio, con lo que puede bombear más sangre al cuerpo con cada latido.
• El ejercicio no aumenta la frecuencia cardiaca máxima, pero un corazón entrenado puede bombear más sangre a este nivel máximo, y puede mantenerlo más tiempo con menos estrés. La frecuencia cardiaca en reposo para las personas que hacen ejercicio es más baja, porque necesitan menos esfuerzo para bombear la sangre.
• Para prevenir la cardiopatía, la frecuencia de los ejercicios puede ser más importante que su duración.
Anuncios:
Trata problemas de espalda:
• Una de las quejas más comunes de las mujeres y los hombres modernos, el dolor lumbar, afecta al 80% de todos los pacientes. La vida sedentaria, la obesidad, las malas posturas, el mobiliario mal diseñado, y el estrés contribuyen en conjunto al dolor de espalda.
• Un programa adecuado de ejercicio centrado en la flexibilidad y el fortalecimiento de los músculos del abdomen puede ser de ayuda para la prevención de los problemas de espalda.
• Los mejores ejercicios para los atletas con molestias de espalda incluyen la natación, caminar, y el esquí de fondo. Deben evitarse los deportes de alto impacto, como el aeróbico y el esquí alpino.
Bueno contra las enfermedades coronarias y el colesterol:
• Las personas que mantienen un estilo de vida activa tienen el 45% menos de riesgo de desarrollar enfermedad coronaria que las personas sedentarias. Un reciente estudio concluyó que los cambios moderados de la dieta mejoran la concentración de colesterol, y disminuyen por tanto el riesgo de cardiopatía isquémica sólo cuando se sigue también un programa de ejercicio aeróbico.
• Puede necesitarse un año de ejercicio continuado para mejorar significativamente la concentración de HDL, el también llamado colesterol bueno. El ejercicio aeróbico también puede ayudar a abrir los vasos sanguíneos y, en combinación con una dieta adecuada, puede mejorar los factores de la coagulación de la sangre triglicéridos, que aumentan después de una comida rica en grasas, pueden disminuir con una sola sesión aeróbica prolongada (aproximadamente 90 minutos) o mediante varias sesiones más cortas durante el día. Antes de empezar a realizar ejercicios extenuantes, es aconsejable consultar a un médico.
Enfermedades del sistema nervioso central:
• Las personas con esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson y con Alzheimer deben practicar ejercicio. Los programas especializados de ejercicio que mejoran la movilidad son especialmente valiosos para los enfermos de Parkinson.
• Los pacientes con enfermedades neurológicas que hacen ejercicio experimentan menos espasticidad, así como una reducción o una reversión de la atrofia muscular.
• Además, los beneficios psicológicos del ejercicio son extremadamente importantes en el tratamiento de estas enfermedades. Son útiles en particular las máquinas, los ejercicios en el agua y caminar.
Estabiliza la hipertensión arterial:
• Los estudios indican que el ejercicio regular ayuda a mantener las arterias elásticas, incluso en las personas mayores, lo cual mantiene el flujo de sangre adecuado, y la presión arterial baja. Las personas sedentarias tienen un 35% más de riesgo de desarrollar hipertensión que los atletas.
• Ninguna persona con presión sanguínea alta debería comenzar un programa de ejercicio sin consultar antes a un médico. Los estudios han evidenciado que el ejercicio de alta intensidad puede no bajar la presión arterial de una manera tan eficaz como el ejercicio moderado.
Beneficios psicológicos y emocionales:
• El ejercicio aeróbico esta relacionado con un aumento del vigor mental, incluyendo el tiempo de reacción, la agudeza, y las habilidades mentales para las matemáticas.
• El ejercicio puede incluso potenciar la creatividad y la imaginación.
• De acuerdo con un estudio, las personas mayores que están en forma responden a los retos mentales tan rápidamente como los adultos jóvenes sin forma física.
En la diabetes:
• La diabetes, en particular la tipo 2, esta alcanzando proporciones epidémicas en el mundo, a medida que un mayor número de culturas adoptan los hábitos dietéticos occidentales.
• El ejercicio aeróbico ha probado tener beneficios significativos para las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2; aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye la presión arterial, mejora la concentración de colesterol, y disminuye la grasa corporal