Una hidratación adecuada es esencial para el funcionamiento correcto del ejercicio. Durante la actividad física, en un clima templado, el cuerpo realiza primeramente la evaporación del sudor para disipar el calor.
• Esta pérdida gradual de fluidos corporales, da paso a la habilidad del cuerpo para circular la sangre y regular la temperatura corporal, porque la transferencia de oxigeno a través de la sangre al tejido muscular, debe ser desviada a la piel para templar el calor interno del cuerpo al medio ambiente.
• Esta competencia por sangre entre los músculos y la piel, provoca una gran demanda en el sistema cardiovascular. Si una persona está deshidratada, aumenta su ritmo cardiaco, la sangre disminuye su fluido hacia la piel, y la temperatura del cuerpo se eleva.
• Resumiendo, el funcionamiento comienza a declinar y el ejercicio se convierte en una carga pesada. Si la temperatura del cuerpo continua elevada, la persona puede sufrir un agotamiento por calor.
Se debe mantener una buena hidratación
Una adecuada ingestión de fluidos es obviamente la mejor manera de prevenir la deshidratación. Una persona que toma agua está regida por el mecanismo de la sed, que a su vez lo regula el hipotálamo. Sin embargo, cuando el ejercicio se hace en un ambiente caluroso, la sed no es un indicador de que el cuerpo necesita agua.
Una persona que hace un ejercicio vigoroso y que pierde gran cantidad de agua a través del sudor, quizá esta deshidratada antes de sentir sed. Por lo tanto, los líquidos deben tomarse de acuerdo al siguiente cuadro:
• Si la persona realiza ejercicio en clima caliente debe tomar dos o tres vasos de agua, dos o tres horas antes del ejercicio, y uno o dos vasos 15 minutos antes del ejercicio. Esta técnica es conocida con el nombre de "hiperhidratación", y ayuda a bajar la temperatura del cuerpo y a reducir la tensión por el calor en el sistema cardiovascular.
• Durante el ejercicio, la persona debe beber uno o dos vasos de agua cada 10 ó 20 minutos para remplazar la pérdida de sudor y mantener el volumen de la sangre. El agua debe ser templada.
• Las bebidas que contienen mucha azúcar son absorbidas más lentamente por el sistema, y por lo tanto, su función como fluido sustituto, es menos efectiva.
• Las bebidas comerciales para deportistas, que contienen un alto porcentaje de azúcar (glucosa, fructosa o sacarosa), pueden dañar la función del ejercicio. Quince minutos después de haber tomado un vaso de agua, el 60 o 70 por ciento del agua fue absorbida por el sistema; pero si el vaso de bebida contiene 10 por ciento de azúcar, 95 por ciento del liquido estará aun en el estómago; el azúcar debe ser diluida 2.5 por ciento antes de consumirla.