No tomar lácteos elimina una de las mejores fuentes de calcio y eleva el riesgo de ganar peso, alta presión sanguínea, osteoporosis, cáncer de colon y hasta de mama. Por otro lado, los productos lácteos proveen vitaminas A y D, riboflavina y fósforo, que trabajan juntos para promover la salud de los huesos.
¿Cómo tratar la intolerancia a la lactosa?
• Si, tiene problemas para digerir la lactosa, el azúcar natural en la leche (aunque en realidad es raro que alguien sea completamente intolerante a este componente) puede minimizar los síntomas gases, inflamación y diarrea comiendo solo ciertos tipos de productos lácteos o limitando el consumo de leche a media taza cada vez (y hasta tres tazas al día).
• Tómela con alguna comida porque así disminuye la velocidad a la que la lactosa llega al intestino, o bien, intente con las opciones de productos reducidos en lactosa, que contienen la enzima lactasa para "predigerir" el azúcar.
• Entones, si puede tolerar media taza de leche y una de yogur al día, obtendrá 646 mg de calcio (se necesitan 1000 mg de calcio al día). Recurra a fuentes no lácteas para lograr su cantidad diaria recomendada:
» Leche de soya fortificada (300 mg de calcio por taza).
» Sardinas enlatadas con huesos (325 mg en 80 gramos).
» Jugo de naranja con calcio (350 mg por taza).
» Frijoles blancos (96 mg cada media taza).
» O almendras (70 mg en 30 gramos).
Si al yogur y al queso:
• La bacteria que se usa para convertir la leche en yogurt descompone la lactosa, gracias a lo cual no causa problemas digestivos.
• El queso del mismo modo es naturalmente más bajo en lactosa.
He leído que para digerir la leche el cuerpo utiliza mucha energía para liberarse de esa masa viscosa que se crea en el estómago, y la que no se digiere se pega en la pared del intestino. Yo prefiero encontrar el calcio en los vegetales de hojas verdes y en el ajonjolí