Mucho se dice acerca de que si tomando suplementos vitamínicos se incrementa el aporte calórico en el organismo.

Lo mismo ocurre en que si las vitaminas abren o no el apetito, ya que de ser cierto producirían mayor apetencia por la ingesta de alimento, con lo que existiría un riesgo de sobrealimentación o sobrepeso.


Dichas creencias son muy populares y difundidas pero son completamente erradas y falsas.

La verdad es que las vitaminas ni aportan calorías ni engordan, solo contribuyen al desarrollo de los procesos metabólicos necesarios para la obtención de los macronutrientes (grasas, carbohidratos y proteínas) contenidos en los alimentos.

• Si tiene una buena forma física y realiza una adecuada y equilibrada ingesta de calorías, no tiene por qué aumentar de peso con la ingestión de vitaminas.

• En cuanto a que estimulen el apetito o no, parece ser que determinadas vitaminas del grupo B producen dicho efecto; sin embargo, en caso de que le hayan recomendado tomarlas, hágalo con la cena y así previene este efecto durante la noche.


Todo lo anterior tiene también su efecto contrario; es decir, las personas de bajo peso que pretendan aumentarlo no lo conseguirán ingiriendo vitaminas.