Sabiendo que el método Pilates es una conexión en donde hay que tener un preciso dominio sobre la mente, el cuerpo y el espíritu, vayamos a los principios básicos para poder comprender el método y tener éxito en su práctica.
Los pilares básicos son:
Concentración:
• Es primordial poner énfasis en la concentración para que el cuerpo entre en movimiento tras la orden de la mente, teniendo en cuenta que, solo a través de la concentración, podremos evaluar una verdadera respuesta de nuestros músculos a los ejercicios.
• Se considera a la mente como indivisible del cuerpo, por lo que cada ejercicio o posición está relacionada con la psique.
• Necesitamos tomarnos nuestro tiempo para lograr concentrarnos, ya que no es fácil depositar la atención solo en el cuerpo; y no hay que desanimarse, ya que, con práctica y disciplina, puede lograrse en el corto plazo.
• Con los ejercicios que se proponen en este método, no se siente dolor muscular durante la práctica ni después de ella. Al estirar los músculos al mismo tiempo que se los fortalece, se evitan los desgarros y tirones o que los músculos queden exhaustos y doloridos.
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Control:
• El control es básico para evitar lesiones musculares, por lo cual una conciencia alterada va en contra de los principios básicos de Pilates.
• A través del control, se evitan los movimientos bruscos durante la práctica y, una vez alcanzado el hábito, se traslada a la vida cotidiana.
• Por lo tanto, la idea es encontrar un equilibrio entre fuerza y coordinación, y que este vinculo se traslade a otras actividades.
Respiración:
• La respiración también es una característica fundamental, ya que su ritmo marca el de cada movimiento.
• Es importante saber que la respiración hace que la sangre inspire oxígeno, lo que permite que el organismo se recargue de aire limpio continuamente y se expulsen los residuos de los pulmones.
• Entonces, para una adecuada respiración, se debe inspirar en el inicio de cada ejercicio, ya que allí concentramos el mayor esfuerzo, y debe espirarse durante la actividad del movimiento.
• Es primordial tomar conciencia de cómo influye la respiración en cada desplazamiento físico y, para ello, la voluntad es un requisito elemental.
Fluidez:
• El método Pilates tiene que ver con la armonía y, para que esto sea posible, es necesario que la dinámica de cada movimiento se suceda con el siguiente de manera pausada y relajada.
• Fluidez no significa rapidez ni rigidez sino agilidad y suavidad. Por eso, cada actividad debe estar relacionada con un equilibrio en los movimientos para que resulte armónica. Fluidez, como sinónimo de cordialidad. De eso se trata, de ser amables con nuestro cuerpo.
• El fortalecimiento de los músculos abdominales, de las caderas, de la mitad inferior de la espalda y de los glúteos es decir, del centro del cuerpo está orientado a mantener una buena postura del cuerpo.
Precisión:
• Para que el método Pilates resulte eficaz, es importante que cada ejercicio sea preciso y que se lleve, en cada movimiento, un control del propio cuerpo. Es preferible realizar poca actividad de manera exacta a gran cantidad en forma indisciplinada.
• Hay que tomar conciencia de que, a cada ejercicio, le corresponde un objetivo y, para que sea útil, debe ser preciso. Es oportuno recordar "el arte del control" que Pilates asocia a la voluntad con el fin de lograr esta precisión.
Centralización:
• Para entender lo que Pilates llamo "centro de energía" o "mansión de poder", (en inglés, Powerhouse), pensemos al cuerpo como una caja que traza una línea vertical cruzada por dos paralelas: una de hombro a hombro; la otra de cadera a cadera.
• La "mansión de poder" está constituida por los músculos abdominales, lumbares, cadera y nalgas y, en este centro, es en donde se concentra la energía que una vez canalizada, fluye al exterior a través de las extremidades.
• Es importante que registremos el término "CENTRO DE ENERGIA", ya que, de allí, partirán todos los ejercicios.