¿Cómo cuidar la piel sensible? Tu es piel sensible si responde inflamándose de forma exagerada, enrojeciéndose e irritándose ante agresiones externas extremas como el frío, el viento, los cambios de temperatura, el cloro, los cosméticos perfumados o las radicaciones del sol.
Recuerda: La sensación de tirantez, sequedad, quemazón, picor y descamación, es la resistencia que presenta la piel ante una agresión.
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Causas de la piel sensible
Además de las anteriores, el frío o los cosméticos inadecuados, hay otras causas que pueden desencadenar una reacción de la piel:
• El uso de corticoides.
• Abusar de autobronceadores, que descaman la piel.
• Someter la piel a tratamientos con laser.
• Los peeling químicos.
• El abuso del café.
• El alcohol y el tabaco.
• Pero del mismo modo hay causas debidas a problemas internos que pueda tener la piel, todos los eczemas, dermatitis atópicas o seborreicas, rosáceas, couperosis y enfermedades de la piel se heredan.
Nota:
• Si va a utilizar mascarillas caseras, use las que específicamente son para piel sensible. De otra manera le serán contraproducentes.
Cuidados de la piel sensible
1. Protección: Debe protegerse del sol con filtros físicos y químicos UVA y UVB, y de las agresiones medioambientales con cosméticos testados por vías dermatológicas, sin colorantes, conservantes, perfume ni alcohol.
2. Limpieza: Tiene que limpiar la piel a diario con leche y tónicos suaves, que no sean agentes agresivos. Y, mejor, no se aclare con agua, que deja residuos.
3. Hidratación: Hidratar todos los días con cremas grasas y nutrirse por la noche con texturas untuosas. Opte por las fórmulas ricas en glicerina, manteca de karité, miel, avena, lípidos, vitaminas A, B1, B2, C, E, sales minerales, aloe vera, rosa mosqueta, té verde... Y para una limpieza más profunda, una vez a la semana o cada 15 días, exfóliese con un cosmético suave.