El cutis graso es una piel gruesa, ligeramente brillante y grasienta. Generalmente presenta poros dilatados, en los que, debido a la elevada producción de sebo, tiende a formar puntos negros y granos. Su color es a menudo ceniciento, a consecuencia de recibir un riego sanguíneo deficiente.
Características del cutis graso:
• Su textura es gruesa.
• Luce unos poros dilatados que se aprecian a simple vista.
• Las espinillas se hacen presentes regularmente.
• Brilla el día entero.
• El maquillaje se corre con facilidad o cambia de tono.
• También hay brotes de acné ocasionales o permanentes.
Cómo cuidar mi cutis graso:
• Limpieza profunda dos veces al día.
• Indispensable "matificar" para minimizar el brillo constante.
• Hidratación, ya que el uso de productos agresivos la deshidrata aunque no lo parezca.
• El equilibrio de la epidermis, para reducir paulatinamente la grasa excesiva y los brotes de acné.
Qué debo evitar en mi cutis graso:
• Manipular constantemente el rostro, pues eso activa las glándulas sebáceas que empiezan a emitir grasa en mayores cantidades.
• Alimentos que contengan yodo, como los mariscos, o los desinfectantes para las verduras.
• El calor de la cocina o del sol, ya que provoca que se dilaten más los poros y que se infecten los brotes de acné.